El biochar es un carbón que se obtiene a partir de la pirólisis de material orgánico vegetal, pero que a diferencia del carbón tradicional no se quema, sino que se usa principalmente como mejorador de suelos.

La pirólisis, un proceso de quema controlada en ausencia de oxígeno, crea un material alcalino, altamente poroso, que retiene agua y nutrientes en el suelo, fomentando la microbiología y la fertilidad.
Además, el carbón creado permanece estable durante cientos de años, por lo que tiene un gran potencial de mitigación del cambio climático.
Según los estándares internacionales, para que un carbón se pueda considerar biochar, debe cumplir, entre otros, con los siguientes requisitos:
- Producirse de materiales de origen sostenible.
- Pirólisis eficiente y bajo en emisiones.
- Alto contenido de carbón orgánico no-lábil.
Aunque el término “biochar” sea moderno, este material tiene sus orígenes en la llamada Terra Preta do Indios – “tierra negra de los indios” de la cuenca del Amazonas brasileño. Estas tierras han mantenido su fertilidad a lo largo de cientos o incluso miles de años gracias a prácticas ancestrales de incorporar carbón pirogénico al suelo.
El biochar, por lo tanto, tiene la capacidad de abordar 3 de los grandes desafíos de nuestra sociedad:

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Aquí os dejamos algunas páginas con mucho contenido para seguir aprendiendo acerca del biochar: